Católicos de Jueves Santo

¿Has visto el aspecto que presentan nuestras iglesias el Jueves Santo?

¡Cuánta concurrencia! ¡Cuántos caballeros y cuántas damas! ¡Cualquiera adivinaría que estábamos en tiempos de indiferentismo religioso!

La verdad es que hay motivo para entusiasmarse viendo los templos tan llenos.

Pero, dime: esos caballeros y esas damas y ese pueblo que llenan el templo el Jueves y Viernes Santos y se descubren al paso de las cofradías, ¿en dónde se mete el resto del año?

Porque lo que es en Misa los días festivos no se les ve. Entre los electores católicos, tampoco. Entre los señores u operarios que respetan el día de fiesta, tampoco; entre los que sostienen el culto y las obras sociales católicas, tampoco: es decir, que fuera del Jueves y Viernes Santos, esos individuos tienen de católico lo que yo de chino.

Y es lo que yo digo: Si esa buena gente se pusiera a pensar un poquito en esas cosas del alma, de Dios y de la eternidad, quizá dirían: O el Cristo del Jueves Santo lleva razón o no. Si no la lleva, somos unos necios con ir a la iglesia. Pero si la lleva, entonces lo mismo tendrá razón el Jueves Santo que todos los días del año por consiguiente, somos unos... faltos de razón, si no nos acordamos de Cristo más que el Jueves Santo.

Y por si a ellos no se les ocurre pensar así y estas palabras llegan a sus manos, después de advertirles lo expuesto, les digo: Católicos de Jueves Santo, ¿no os tendría más cuenta ser católicos de todo el año?...