Pascua de Resurrección

Fuente: Distrito de España y Portugal

Los padres de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X en España y Portugal les desean una Santa Pascua de Resurrección.

Que esta Resurrección de Nuestro Señor sea el modelo para nuestra resurrección espiritual.

Verdadera, visible y constante.

Verdadera

La resurrección de Cristo fue verdadera, así también debe ser nuestra resurrección espiritual. Debemos levantarnos del sepulcro del pecado y resucitar verdaderamente a la vida de la gracia. Del pecado a la gracia; de la tibieza al fervor; de la indiferencia a la práctica de las virtudes cristianas.

Visible

Nuestra resurrección debe ser visible y patente como la de Cristo: Él se apareció. Nuestra resurrección debe ser visible por la enmienda de nuestra vida. No basta recibir la gracia, es preciso que rechacemos el pecado y practiquemos las virtudes que nos enseña Cristo. Debemos morir al pecado para que Cristo viva en nosotros. Eso significa que le consagremos nuestra inteligencia, creyendo en sus palabras; nuestra voluntad, practicando sus mandamientos y ordenando ntras acciones a la salvación del alma.

Constante

Cristo no muere más. También nosotros debemos ser constantes en la práctica de la virtud, en la oración, en el combate de nuestras malas inclinaciones, crucificándolas en la cruz de Cristo. Desgraciadamente no todos resucitan como Cristo. Unos resucitan como Lázaro, para volver a morir por el pecado.

Para que la Pascua sea la resurrección verdadera de nuestra alma debemos cuidar la gracia que recibimos, vigilar para no caer. Por eso nos exhorta San Pablo a buscar y gustar los bienes celestiales. Estamos en esta tierra de peregrinación hacia el cielo, no nos quedemos anclados.

Que Nuestra Señora nos ayude para hacer fructificar la gracia pascual en nuestras almas, siguiendo la exhortación del Apóstol: “Buscad y saboread las cosas celestiales. Estáis muertos al pecado, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”.