Comentario a la Epístola y Evangelio del III Domingo despues de Epifanía
Comentario a la Epístola del día
La caridad para con el prójimo que nos recomienda el Apóstol, tiene su raíz en la fraternidad universal que el Salvador vino a traernos del cielo con su nacimiento. Vino a hacer paces entre el cielo y la tierra; deben, por tanto, los hombres vivir en paz unos con otros. Si nos recomienda el Señor, no dejarnos vencer por el mal, sino vencer el mal con el bien es porque El mismo lo practicó descendiendo hasta los hijos de ira para hacer hijos de adopción, por medio de sus humillaciones y sufrimientos.
Comentario al Evangelio del día
El género humano padecía la lepra del pecado: el Hijo de Dios se ha dignado tocarle en el misterio de la Encarnación, devolviéndole la salud; pero, exige que el enfermo curado vaya a ver al sacerdote, y realice las ceremonias prescritas por la Ley, para demostrar que asocia al sacerdocio humano a la obra de nuestra redención.
En la fe del Centurión aparece también la vocación de los Gentiles, cuyas primicias fueron los Magos. Un soldado romano y muchos millones semejantes a él, serán considerados como verdaderos hijos de Abrahán, de Isaac y de Jacob, mientras que hijos directos de estos Patriarcas serán arrojados fuera de la sala del banquete, a las tinieblas de la obcecación; su castigo será ejemplar para todos los pueblos.
Fuente: El Año Litúrgico - Dom Prosper Gueranger