CÑ 29 - El amor a la Virgen

Fuente: Distrito de España y Portugal

Carta a los niños 29 | El amor a la Virgen

Ya habíamos visto porqué la Virgen María es nuestra madre. Ahora bien, esta es la principal razón por la que debemos amar a la Virgen María: para cumplir con nuestra piedad filial e imitar a Nuestro Señor que fue el primero en darnos ejemplo del amor a su madre.

Un santo misionero atravesó los mares y se fue a unas regiones muy apartadas a predicar el Evangelio. Muchos indiecitos se acercaron a él para escuchar esa santa doctrina que predicaba. Así logró formar una numerosa cristiandad.

Y cuando ya estaban todos bastantes instruídos en los principales misterios de nuestra fe, una tarde empezó a explicarles con más detenimiento el más alto de todos los misterios: el de la Santísima Trinidad. Les habló de Dios Padre, que crea todas las cosas, les habló de Dios Hijo, que redime a los hombres, y les habló de Dios Espíritu Santo, que las santifica.

Y un inocente niño que estaba oyéndolo con profunda atención le dijo: “Padrecito, y allá arriba, en el Cielo, ¿no hay madre?”.

No se sabe lo que respondió el misionero, pero nos lo podemos imaginar: seguro que le explicó cómo María, fue elegida por Dios Padre para que fuera Madre de Jesús, convirtiéndose así en la Madre de Dios. Cómo Ella colaboró con su Hijo en la obra de redención de las almas. Y cómo colabora con el Espíritu Santo en nuestra obra de santificación. Y cómo por ser Madre de la “Cabeza” es madre también de los “miembros”, que somos todos los cristianos…Y en fin, cuánto nos ama la Virgen por ser nuestra Madre.

Por tanto debemos entregarnos a los brazos de la Virgen con total confianza, así como confiamos absolutamente en nuestra madre de aquí en la tierra, porque Ella es nuestra verdadera madre celestial, para que nos eduque y nos guíe en nuestra vida espiritual.

Ahora que ha comenzado el mes de María hagamos propósitos de que no pase un día  sin que recemos el santo rosario a la Virgen pidiéndole que cada día aumente nuestro amor por Ella.